Hace apenas una semana destacaban los medios de comunicación la noticia de la mujer de 64 años a la que los Servicios Sociales retiraban la tutela de sus dos mellizos
(EL PAÍS, 7 de abril de 2017).
Pero, ¿qué hacen los recortados Servicios Sociales
(EL PAÍS, 4 de abril de 2017) además de quitar niños a las familias y carecer de recursos para atender a los ciudadanos más afectados por la crisis económica de la última década?
Porque en televisión (
La solidaridad aumenta) vemos que quienes habrían estado dando respuesta a las personas "desfavorecidas" (¿no favorecidas por la diosa Fortuna?; antes se los llamaba pobres, sin menoscabo de su dignidad) habrían sido las ONG's gracias al trabajo solidario de sus voluntarios y a las donaciones de los más ricos (empresarios de éxito deseosos de devolver a la sociedad algo de lo que de ella obtuvieron, bancos deseosos de salvar su merecida mala imagen tras el desplome de la burbuja inmobiliaria y el drama escandaloso de los desahucios), olvidando, por cierto, que a estas también las financiamos vía impuestos (y podemos marcar la casilla correspondiente del IRPF cuando hacemos la declaración de la renta)
En cambio, no suelen aparecer noticias acerca de las muchas cosas que sí se hacen desde los Servicios Sociales: información y orientación sobre derechos y recursos, asesoramiento social, apoyo y seguimiento, atención de situaciones de desprotección, gestión de servicios y ayudas sociales, trabajo comunitario...
Y entre estas muchas cosas que sí se hacen, se presta atención a menores y familias en dificultad, a través de un servicio gratuito y de calidad, como es el Servicio de
Educación Social de los Servicios Sociales de Atención Primaria del municipio de Madrid.
El Ayuntamiento de Madrid se compromete a prestar este servicio con determinados estándares de calidad publicados en la correspondiente
Carta de Servicios, y auditados y certificados por un servicio de evaluación externa como es AENOR.
Hace una semana, con motivo de la X Jornada de Cartas de Servicios, celebrada en la Casa de la Villa, los miembros del Grupo de Redacción y Gestión de la Carta de Servicios de Educación Social recibimos dicha certificación, momento que recogen las fotos.
Desde aquí me gustaría subrayar que ese reconocimiento lo es a la calidad humana y profesional del trabajo que realizan a diario las 107 educadoras y educadores (trabajadores de Alamedillas y Grupo 5, las dos entidades que actualmente prestan dicho servicio) acompañando a menores y familias en situación de riesgo social, mediante la mejora de las capacidades de las familias para atender a sus hijos y el apoyo al pleno desarrollo e integración social de estos niños y adolescentes. ¡Felicidades!
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