VE plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda qué paz puede haber en el silencio. En la medida de lo posible y sin renunciar a ti mismo, llévate bien con todo el mundo. Di tu verdad clara y tranquilamente; y escucha a los otros, aunque sean torpes e ignorantes; también ellos tienen algo que decir.
EVITA a los ruidosos y agresivos, porque denigran el espíritu. Si te comparas con los otros, puedes volverte amargado o engreído, porque siempre habrá alguien mejor o peor que tú. Disfruta de tus proyectos tanto como de tus logros.
MANTÉN el interés por tu oficio, por humilde que sea; es un verdadero tesoro entre las cambiantes fortunas del tiempo. Sé cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de engaños. Pero que esto no te impida ver cuánta virtud existe; muchas personas luchan por elevados ideales; y por doquier la vida está llena de heroísmo.
SÉ tú mismo. Sobre todo, no finjas el afecto. Ni seas cínico en el amor; pues cuando aparecen la aridez y el desencanto en el rostro, se hacen perennes como la hierba.
ACEPTA amablemente el consejo de los años, graciosamente renuncia a los dones de la juventud. Fortalece tu espíritu ante inesperados infortunios. Pero no te aflijas a ti mismo con desgracias imaginarias. Muchos temores son fruto de la fatiga y la soledad. Más allá de una sana disciplina, sé amable contigo mismo.
ERES una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a estar aquí. Y sea o no claro para ti, el universo se despliega según su curso.
POR tanto vive en paz con Dios, sea como sea que lo imagines, y cualquiera que sean tus trabajos y aspiraciones, en medio de la ruidosa confusión de la vida, mantente en paz contigo mismo.
A PESAR de sus penurias, falsedades y sueños arruinados, el mundo sigue siendo hermoso. Sé cuidadoso. Lucha por ser feliz.
Feliz 2015.
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