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24 de noviembre de 2013

Oferta de empleo educadores sociales

La Asociación Provivienda está buscando Educadores/as Sociales con el siguiente perfil:

  • Ser Diplomado/a en Educación Social.
  • Tener formación específica en materia de violencia de género, de al menos 100 horas
  • Demostrar experiencia profesional mínima de al menos 3 años en atención especializada a víctimas de violencia de género

Descripción: Descripción: LOGO_COLOR_CPEESM 
Puedes acceder a la Oferta a través del
Rincón del Colegiad@ entrando en la web www.cpeesm.org






¡Suerte!


 

17 de noviembre de 2013

Otra escuela es posible











En tiempos de acoso y derribo a la escuela pública, un recordatorio de que otra escuela es posible, con motivo del último número de la Revista Educar(Nos)
donde podemos conocer  la experiencia de  Doposcuola
inspirada en la escuela de Barbiana de Lorenzo Milani, impulsada en el madrileño barrio de Orcasitas por Madre Rosa, impulsora de la Asociación Iceas desde el C.P. Ciudad de Jaén, y hoy presente también en Vallecas y Pan Bendito.

Más escuela para quien más lo necesita, con una mirada incluyente y emancipadora, desde el espíritu crítico y la cercanía.

 

10 de noviembre de 2013

Jornadas de Terapia Familiar en Mallorca, 2


Como lo prometido es deuda, inicio mi crónica con un resumen del taller que pusimos en práctica el sábado, de la mano de Mauro Bolmida y Mara Merino:

Taller
Comunicar estratégicamente en el contexto familiar:
del lenguaje que genera rechazo al que suscita colaboración entre padres e hijos.”

Mauro Bolmida (Instituto de Psicologia Avanzada) nos hizo ver la importancia del modo como comunicamos: no es lo que decimos sino cómo lo decimos. Y el cómo lo decimos genera interacciones muy diferentes a partir de una misma situación de partida. Nos  aportó algunas orientaciones además de cómo abordar algunas situaciones de conflicto que suelen darse en el ámbito social y educativo.

Mara Merino (Universidad Internacional de Valencia) nos puso un ejemplo práctico de cómo con diferentes modos de comunicar generaba distintas reacciones en el auditorio, y las analizó junto con el resto de los participantes, para a continuación desgranar las fases del método estratégico:
  • Definir el problema
  • Acordar el objetivo
  • Explorar el sistema perceptivo reactivo de nuestro interlocutor
  • Analizar los intentos fallidos de solución y sus consecuencias
  • Descubrir alternativas para ponerlas en práctica

Y quien esto escribe puso un ejemplo de intervención socioeducativa con una familia:

Trabajar con familias en Servicios Sociales supone trabajar en un contexto paradójico, pues se trata de un contexto que es al mismo tiempo de control y ayuda. Para las familias los Servicios Sociales son el lugar donde uno va a pedir ayuda, normalmente económica, pero es también la institución que puede quitarle a uno a los hijos si considera que somos maltratadores o negligentes. Para los profesionales, en cambio, es el lugar donde a menudo uno intenta ayudar a gente que no siempre se deja ayudar.

Por ello, resulta esencial cuidar nuestro modo de comunicar para que facilite la construcción de una buena relación de ayuda en lugar de generar incomprensión y rechazo.

Del mismo modo que si yo quiero guiar por teléfono a alguien desorientado que ha quedado conmigo, necesitaré que me diga cuáles son sus puntos de referencia (qué es lo que está viendo, qué hay delante o detrás de él, a izquierda o derecha... ) para hacer que coincidan con los míos y poder darle indicaciones útiles para que llegue a encontrame, así también con las familias a las que pretendemos ayudar debemos preguntarles antes que nada cómo ven su situación. Con demasiada frecuencia los profesionales (educadores, trabajadores sociales) olvidamos que si bien somo expertos en el mapa (conocemos recursos a los que pueden acudir, podemos hacer un diagnóstico de la interacción familiar, ofrecer posibles soluciones...) las familias son las conocedoras del territorio (sus problemas, sus recursos personales, sus intentos de solución) y quienes habrán de seguirlo transitando sin nosotros.

Si por ejemplo una madre me dice que su hijo adolescente es un vago y me cuenta que la otra tarde al llegar del trabajo se encontró la cocina hecha un asco y le mandó recoger pero él no levantó los ojos del televisor, que ella le gritó y reprochó y él contestó de malos modos que lo dejase en paz, y que entonces ella le gritó aún más y lo zarandeó, a lo que el chico contestó empujándola y tirando los platos al suelo; en tal caso no puedo decirle que debió ser más asertiva y usar un estilo de comunicación menos agresivo para imponer su autoridad, porque lo mejor que puede contestarme ella es que no la estoy entendiendo y que no me hago cargo de lo que está pasando con su hijo.

Si en cambio, exploro conjuntamente con ella el problema y le voy preguntando cómo funciona el problema, a qué lo atribuye y qué cosas hace para intentar resolverlo, si indago cómo se siente y cuál es la reacción que provoca su modo de actuar y cuáles son sus efectos, si aquello le ayuda a mejorar las cosas o por el contrario las empeora, ella se siente comprendida y puedo ayudarla a considerar un punto de vista más amplio o distinto y juntos podemos generar soluciones alternativas.