El gusano que hoy se arrastra por el suelo mañana volará.
Entre la realidad y el deseo, el ser humano es el más imperfecto de los animales y también por eso el que aún está por hacer, siendo cada uno de nosotros autor de su propia vida en interacción con el mundo y los demás.
Podemos lamentar nuestros límites y errores o tratar de ensanchar los primeros y aprender de los segundos. Y más aún si dedicamos lo mejor de nosotros mismos a extraer y desarrollar lo mejor de los otros, especialmente de aquellos que viven mayores limitaciones y dificultades. Es decir, si nos dedicamos a la educación y, más concretamente a la educación social.
El circo de las mariposas me recuerda la delgada línea o el abismo que nos separa -entre el gusano y la mariposa- de seguir arrastrándonos a desplegar nuestras alas y llegar a volar.
En nosotros está.
